lunes, 20 de junio de 2016

JOSÉ MATOS MAR

TAQUILE
Exposición de Etnografía Fotográfica










José Matos Mar
(Coracora, Ayacucho el 1 de noviembre de 1921 - Lima, 7 de agosto de 2015)

Antropólogo, hijo de doña Rita Mar Parravecino, natural de Calca, Cuzco y de don Germán Matos Ochoa, natural del barrio de Chilca, Huancayo. Estudio en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y luego en la Universidad de París, fue fundador y director del Instituto de Estudios Peruanos, asesor de UNICEF en México, fue consultor del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) en México y consultor asociado de Maximixe Consult en el Perú, entre otros cargos. Fue distinguido por el Ministerio de Cultura del Perú con la "Orden del Sol del Perú

Algunas Publicaciones:
Desborde Popular y crisis del Estado. Veinte años después. 2004.
Desborde popular y crisis del Estado. 1984.
Taquile en Lima. Siete familias cuentan. 1986.
La reforma agraria en el Perú. 1980.
Las Barriadas de Lima 1957. 1977.
Perú Problema - cinco ensayos. 1968.
Erasmo. Yanacón del valle de Chancay. 1974.
Memorias, por Luis E. Valcárcel. 1981.











































MUJERES
"La sociedad taquileña muestra una participación activa de las mujeres, si bien no suelen destacar frente a los foráneos, son las que deciden las actividades familiares y expresan su voluntad a través del ejercicio del varón. Sus potencialidades se visualizan a través del uso de las trenzas, que son símbolos usados tanto por varones como mujeres.

El uso ritual de las trenzas nos habla de jerarquizaciones que sobrevivieron a los usos occidentales. El uso de pequeños manojos de cabello suelto acompañado de trenzas dispuestos lateralmente y enrollados a fibras vegetales cercanas a las sienes expresan formación, aprendizaje, formas de tutelazgo sobre las menores. Algunas de estas trenzas son complejos tejidos, con múltiples trenzas internas que luego se unen formando un tejido angosto y compacto. Durante las ceremonias de los músicos sikuris exige cabellos largos trenzados para que el aliento sea musicalmente bien logrado. Estos ejemplos nos hablan de un lenguaje muy complejo que va más allá de lo decorativo o lo estético, nos habla de poder y simbolismo.

Cada aspecto de la vida en comunidad exige especializaciones por genero y estas se ejercen desde pequeñas así las niñas o niños menores son los que se encargan del pasturaje de las ovejas y porcinos. Son las mujeres las que trasquilan a las ovejas. La mujer, arrodillada va cortando con destreza toda la lana sin fraccionarla, de manera que el vellón "willon" salga integro sin corte alguno. Cuando concluyen extienden el vellón sobre un sitio donde crezca pasto, a fin de que se traslade los valores del vellón como lo tupido, lo ríspido a la tierra mientras se orease; luego se suelta a la oveja.

Las mujeres son las que ordeñan a las vacas. lo hacen en las mañanas, antes de ir a la chacra. Para el ordeñe amarran con un lazo las dos patas traseras; traen al becerro que ha dormido lejos de su madre; lo hacen mamar brevemente para luego espantarlo inmediatamente. La mujer sujeta la olla o "puruña" en sus faldas y con ambas manos ordeña. Vuelve a hacer mamar al becerro y sigue ordeñando. Para exprimir los pezones moja sus manos en la leche ordeñada, untándolos para facilitar la operación. Muchas veces es ayudada por otra mujer; aunque lo general es que lo haga sola. También son las mujeres quienes acostumbran poner nombres especialmente a las vacas. Las que nacen en día jueves se llaman Dionisia. Otros nombres son "Melcocha", Pukacha (rojiza), Pasña (jovencita), Pascuala. A los terneros las mujeres suelen llamarlos Yokallas y Achokallo." (1)





















































Familia Taquileña
"La familia taquileña es extensa, tiene control sobre su tierra, es autosuficiente y todos sus miembros cuentan con una exigente especialización de oficios y complementaciones que caracteriza su cultura. Todos saben trabajar la tierra, cuidar y criar los animales, confeccionar sus vestidos, edificar, conocen palmo a palmo los nombres de los lugares de la isla, de sus animales y plantas, sus usos y peligros, los fenómenos atmosféricos, los ritos, rezos, cantos, bailes y música, etc. Una sociedad especializada como el tejedor de cordellate, el picapedrero, el pescador, ritualizadores o pacos laicas, algunos de gran prestigio en el área y cuyos ritos son aceptados muchas veces aún por mestizos y extranjeros; un fuerte desarrollo de la medicina popular cuyos exponentes son los jampicos, hueseros, sobadores, parteras, etc. Taquile cuenta con una organización social muy eficiente que es estructurada desde bailes, complejos trajes con textiles muy sofisticados, activados por música e instrumentos musicales autóctonos.

Entre las familias taquileñas predomina la actividad agrícola, en una economía rural o campesina en oposición a la urbana, mercantilista e industrial. Esta economía natural o de consumo porque los productos del trabajo se destinan a ser consumidos dentro de la misma comunidad, y los excedentes de su producción, se utilizan para cambiar o vender a fin de adquirir nuevos elementos que han aprendido a usar, o para tener dinero a fin de comprar tierras. Esto significa que una parte de sus productos se convierte en mercancía que cambian por otros productos o que la venden. Por este hecho participan de la economía mercantilista que caracteriza a los urbanos y participan del mercado sin subordinarse.

En el traje tradicional taquileño superviven los modelos que fueron asimilados en los siglos XVI y XVII con variantes, adicionales y algunas modificaciones. El chullo, el poncho, el acso-tipana, los tupus y las fajas son las piezas que persisten en su vestimenta tradicional. Ciertas técnicas del hilado y tejido guardan significado ritual, identitario pero sobretodo social, jerárquico y organizativo expresado en el extenso y exigente uso de iconografía como soporte nemotécnico, que pueblan sus finos tejidos. De otro lado, también el vestido tradicional tiene piezas incorporadas por influencia española como en el traje de los camachicos o mandosvara por ejemplo: usan chamarra constantemente, un sombrero, un poncho y su vara de mando, supervivencia de los siglos XVI y XVII" (2)


























































Agricultura
"La isla está dividida en seis suyos debidamente delimitados, en cada uno de los cuales las familias tienen sus parcelas de tierras de cultivo y cada año un suyu es sembrado con un solo producto, bien sea papa, oca, cereales o habas. Este ciclo dura cuatro años y comienza con el sembrío de la papa; luego, de oca, de los cereales, y acaba con las habas. El segundo ciclo -de dos años- es de descanso para cada suyu ; de wasara, como ellos llaman, etapa de descanso y de abono con el estiércol de sus ovejas. También cultivan el maíz, las arvejas, el isañu, la quinua y la papa lisa que complementan su dieta.

Este sistema de rotación se suscribe en complejos textiles con iconografía determinada que sirven para pactar la labor agrícola, pacto respetado por todo el grupo y constituye, de acuerdo a sus condiciones generales, al óptimo aprovechamiento de sus tierras, un sistema tradicional que perdura y que significa una valiosa experiencia. Para la domesticación de la tierra mantienen tecnología y herramientas originarias del mundo andino como la taclla, arado tradicional de pie, sumándole la yunta -arado con bueyes- llegado con los occidentales y que componen sus instrumentos de roturación de la tierra.

El ciclo de sus producción depende del régimen de lluvias de la región; pues, no disponen de ninguna fuente de agua para obtener cosechas de riego. Como la tierra sólo les rinde una cosecha y de ella cada familia guarda lo necesario para su alimentación regular anual y para la extraordinaria en sus diversas fiestas. Este es el ciclo constante y básico: producir para el consumo. Los excedentes se disponen para ingresar al mercado donde obtienen lo que requieren.

Esta dependencia absoluta del régimen de lluvias y de una sola cosecha ha contribuido a la creación de un mecanismo ritualizado bastante elaborado y que están íntimamente vinculados con la producción. Ritos especiales, como el de Mulusina, tienen por objetos reciprocidad y compromiso para todos los miembros de la comunidad como sostén para obtener buenas cosechas." (3)


























































Vivienda
"Las unidades de vivienda son su propiedad básica tradicional que reflejan la conjunción del sistema andino de la organización agrícola, social y de la tenencia de la tierra. Esta fue respetada incluso durante todo el tiempo que fueron colonos. La vivienda incluye el canchón que la rodea, extensión de tierra de la mejor calidad donde siembran los productos que requieren mayor cuidado, como son el maíz y la quinua.

Cada familia es propietaria por el hecho de usufructuarla y éstas están diseminadas en la isla o sea que siguen el patrón tradicional de los grupos rurales. De acuerdo a su organización social, y con el fin de que esta propiedad básica no desaparezca, los padres construyen para sus hijos varones que se casan una nueva vivienda al lado de la suya en la cual un patio y habitaciones a su alrededor constituyen su patrón cultural tradicional de edificación.

Es decir que la residencia es patrilocal y la herencia es patrilineal, se hereda al padre y no a la madre. Las hijas mujeres que se casan van a vivir a casa del marido. En esta forma la propiedad no se desmiembra y se mantiene a través del tiempo. El hijo menor, el chana, es el heredero exclusivo de esta propiedad básica o unidad de vivienda y el que continúa con la tradición. El patrón de edificación sigue modelos tradicionales siendo el patio el centro que articula las habitaciones lo que lo caracteriza." (4)







































































































Ritualidad Fiesta de Cruz de Mayo
"Los valores tradicionales tienen toda vigencia, la fuerte ritualización controla el usufructo y el cuidado de la tierra, el agua y la fuerza de trabajo. Destaca en esta estructura de reciprocidad y respeto, el rito de cruces en el cerro de Mulusina el principal de la isla por ser el más alto, ritual que exige la preparación de liquidos especiales, las maneras de comportarse, las formas de sentir y pensar, es decir todo lo que correspondería a su vida social y su subjetividad.

En la fiesta participa toda la isla. Un alferado y dos mayorazgos están a cargo de la celebración. El primero para preparar todo el ritual y el segundo para proporcionar los músicos. Además, son agentes fundamentales del rito los cuatro pacos principales de la isla y el mayordomo de la iglesia, asistido por sus dos fiscales o sacristones. Los pacos desempeñan un ceremonial público, el único en la isla y son designados por los mandosvara, las autoridades tradicionales, que los nominan desde meses atrás. Generalmente son los más conocidos, solamente en caso de que el año no haya sido propicio es que los cambian y los inculpan "por no haber sabido trabajar", o sea no haber realizado las ofrendas en la debida forma.

Los pacos realizan una mesada especial y con gran unción los llevan a la casa del alferado donde existe un cuarto especial dedicado al depósito de las ofrendas y que es ciudado por los pacos, la huasi paco. En todo el trayecto el fiscal de la iglesia dirige los rezos y prepara lugares de descanso donde las flores de cantuta juegan un papel importante. Se prepara cuidadosamente los detalles del ritual: vestidos espaciales, lavado de ropa, se asegura que no falte servicio en la comida de fiesta, y el ayni y el yanaparicuc funciona perfectamente en la ceremonia. Papel importante es la chicha ritual, chicha que recibe una preparación cuidadosa, generalmente son miembros de una familia los encargados de hacerla. Una familia prepara un liquido especial llamado chúa, para ofrendar a ala tierra a base del zumo de la ayara o quinua silvestre. Esta familia ha heredado de sus antepasados el secreto de su fabricación y lo transmiten de padres a hijos.

El alferado, al finalizar el rito, debe atender con comida y coca a todos los concurrentes. Los mayorazgos preparan dos tropas de sikuris. Generalmente cada tropa o pandilla es integrada por 24 músicos, los cuales deben estar debidamente ataviados con sus vestidos de baile de Pulí Puli. En la cúspide del cerro Mulusina, en un lugar especial limitado por muros de piedra está el pueblo congregado, velando cruces en urnacinas de piedras laja y al poco rato se hacen presentes los músicos que son los activos en este recinto pircado; sentados en el suelo las mujeres reparten coca, chicha y los músicos danzan, siguiendo un ceremonial y una jerarquía muy rigurosa y su significado estrechamente vinculado a la agricultura. Luego las cruces son llevadas a la capilla para luego sacar de esta a la virgen que es llevada hasta el borde del lago y paseada en bote. Es la gran fiesta de la cosecha y como ella es la base de su sustento, significa el agradecimiento a los espíritus de la tierra por el bien recibido." (5)

















































































































































































































































































Palabras de agradecimiento al personal de la "Gran Biblioteca Publica de Lima", por el apoyo prestado para la realización de este reportaje fotográfico.



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Fotografías: son propiedad de Gino L. Ataucusi Arenas.

Obras fotográficas: son propiedad de José Matos Mar.

Exposición: se puede visitar  hasta el 30 de Junio en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural de la Gran Biblioteca Pública de Lima, en la Av. Abancay cuadra 4 s/n.  Centro Histórico de Lima. Lunes a Sábado de 9:30 am. a 8 pm.

1, 2, 3, 4, 5).- Taquile - Una isla del lago Titicaca
Tesis para optar el grado de doctor en Letras especialidad Etnología.
Por José Matos Mar.

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